cada adulto posee y utiliza en varios grados, una poderosa herramienta, una teoría de la mente. La capacidad de reconocer emociones, intenciones y pensamientos de otros es un componente importante de la competencia social. El uso de cuestionarios de personalidad implica que las personas son conscientes de sus rasgos de personalidad, emociones experimentadas, valores y actitudes., Por lo tanto, es razonable esperar que un adulto normal sea consciente de sus habilidades para leer la mente y pueda estimar, en relación con los demás, lo bueno que es para juzgar los rasgos, estados mentales, emociones e intenciones de otra persona. En este estudio hemos demostrado que las creencias de una persona sobre su propia capacidad de lectura mental forman una dimensión única y unitaria., Si una persona cree que él o ella es competente en la formación de juicios sobre los rasgos de personalidad de otra persona, entonces él o ella tiene una opinión relativamente alta de sus habilidades para leer los pensamientos y emociones de otra persona. Sin embargo, los resultados de nuestra investigación muestran que la capacidad de lectura mental autoinformada no se correlacionó con el rendimiento real., Aquellos que creen que son buenos para leer la mente de los demás no son generalmente (1) significativamente mejores que los demás en reconocimiento de las emociones expresadas en la cara o el habla, ni (2) superiores en su estimación de los rasgos de personalidad de un extraño. La capacidad de lectura mental autoinformada se correlacionó con los rasgos de personalidad, pero no con la inteligencia medida psicométricamente. Por el contrario, el rendimiento real de lectura de la mente se correlacionó con las puntuaciones de CI., Se discute por qué los individuos son relativamente precisos en la estimación de su propia personalidad, pero carecen de metacnocimiento sobre sus habilidades para leer la mente.
Deja una respuesta