La alergia al polen o rinitis alérgica estacional, es una de las alergias más comunes en la infancia. Se trata de una reacción al polen que liberan al aire plantas, flores y hierbas, y que causan incómodos y molestos síntomas en niños y adultos.
La alergia estacional suele hacer su aparición en primavera y verano, y provoca goteo y congestión nasal, lagrimeo, conjuntivitis, tos, asma, picor en nariz, boca, garganta o piel, dolores de cabeza e incluso vómitos y diarreas. ¿Cómo prevenir y remediar estos síntomas?,
Remedios naturales para niños alérgicos al polen
1. Miel de abeja: dos cucharadas de miel tomadas a diario dos meses antes del comienzo de la primavera actúa como barrera natural. Recuerda que la miel no está indicada para menores de dos años.
2. Cebolla: picada y colocada en un plato cerca de la cama, ayuda a abrir las vías respiratorias.
3. Vapores con eucalipto, melisa o menta: hervir cualquiera de ellas en un cazo y respirar sus vapores ayuda a descongestionar la nariz.
4., Vitamina C: es un antihistamínico natural y se encuentra en frutas como naranjas, fresas limones, pomelos e incluso en alimentos de hoja verde como el brócoli.
5. Limpiezas nasales: realizar lavados con agua de mar o suero casero ayuda a eliminar mucosidad y el picor en la nariz.
6. Pimientos picantes y otros alimentos ricos en capsaicina: son un descongestionante natural ya que al comerlos se abren las vías respiratorias. Puedes añadirlo en pequeñas cantidades en las ensaladas de los niños.
7., Quedarse en casa: los días de mayor concentración de polen conviene permanecer en casa, sobre todo a primera hora de la mañana y última de la tarde.
8. Manzanilla: el té de manzanilla es un antihistamínico natural gracias a los flavonoides, un componente presente en muchos alimentos y que reduce la inflamación. Las bolsitas de té escurridas y aplicadas en frío sobre los ojos ayudan también a calmar la inflamación.
9. Infusión de tomillo: gracias a sus propiedades antisépticas y mucolíticas ayuda a combatir la tos y el picor de garganta.
10., Duchas: al regresar a casa conviene darse una ducha para eliminar las partículas de polen que han podido quedar atrapadas en la ropa y en la piel.
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